miércoles, 30 de noviembre de 2011

Pedagogía: ¿Una disciplina en extinción? Atinos y desatinos de un estatuto, La educación encierra un tesoro, Los cuatro pilares de la educación.

Martha Jackeline Márquez de Santiago
Licenciada en Letras
Seminario de Historia de la Pedagogía
Maestría en Ciencias de la Educación
Docente: Manuel Sánchez Guerrero
30 de noviembre de 2011

PEDAGOGÍA: ¿DISCIPLINA EN EXTINCIÓN? ATINOS Y DESATINOS DE UN ESTATUTO
¿Es la pedagogía una ciencia?, esa pregunta surge frecuentemente en las personas que están inmersas en la educación y qué difícilmente se les puede dar una respuesta correcta y satisfactoria porque determinar su cientificidad remite a un gran análisis histórico y también con referencia a la epistemología para dar la validez o no a este campo de la educación. Pero al examinar literaturas con respecto a la pedagogía se puede dilucidar que es una disciplina porque aun no ha llegado a la producción de teorías propias a raíz de su indagación, sino que va retomando poquito de una ciencia y de otra para la construcción de conocimientos que coadyuven a la solución de los problemas educativos.
Considerando lo anterior la pedagogía, ya aclarado que es una disciplina, está encargada de la producción de conocimientos relacionados a la educación, básicamente, a la búsqueda de soluciones a problemáticas imperantes en este campo. Mediante esta labor los pedagogos han adquirido el compromiso de formular teorías que busquen establecer un estatuto epistemológico, de tal manera que su cientificidad sirva de validez para la pedagogía como ciencia. No obstante, ello no se ha logrado por múltiples razones como la falta de fundamentos como estatuto puesto que no es fácil lograrlo y los pedagogos caen en los discurso sin sentido para disfrazar su falta de valor epistémico.
Otra razón es que a la disminución de un conocimiento real de la educación para lograr construir una teoría propia sobre la misma, entonces se retoma el camino recorrido por otras ciencias para poder entender y explicar su objeto de estudio y de ese modo construir conocimientos que se puedan poner en práctica en la enseñanza para que ésta sea más eficaz. Por esto se hace uso de la antropología para conocer al hombre, de la sociología para entender su comportamiento en convivencia, de la psicología para concebir sus modos de aprendizaje, entre otras ciencias que sirvan para ir formulando el concepto de hombre en la historia y su comportamiento.
Como ya se dijo no es fácil lograr el grado de cientificidad por parte de la pedagogía, Juárez (2007), lo que quiere dar a conocer es que no está en contra de la pedagogía o que no es que no reconozca que lo que se ha logrado a través del paso del tiempo no sea excelso ni dice que tal disciplina no sea capaz de algún día lograr su estatuto, simplemente lo que quiere remitir en su análisis es que muy a pesar de los pedagogos que creen haber conseguido el estatuto no es así y ello se debe en gran medida a la falta de humildad de algunos que creen logrado ese objetivo por algunos pincelazos filosóficos que dan a sus teorías. Para conseguir el grado de cientificidad, dice el autor, es necesario reconocer en qué punto se encuentra la pedagogía, ser humildes y retomar el camino de algunos pedagogos que han legado, recorriendo parte del pasaje por transitar, con teorías que sí trataron de apegarse a las bases epistémicas, y continuar la marcha hasta que se llegue a la meta.
Cabe resaltar que la educación es un sector muy vulnerable que constantemente es víctima de maltratos por parte de la sociedad como los padres de familia, las personas en general, los propios alumnos y maestros que inconformes por las múltiples necesidades que acontecen a este sector se expresan de mala manera y que ello repercute en la falta de interés por hacer de ésta el mejor aleado para la construcción de un mundo mejor, lejos de hacer de la educación un recipiente en el que se vierten achaques, chismes, rencores, desánimos y desilusiones, merece que se critique con conocimiento de causa y se formule una meta en comunión con todos los elementos implicados para que la educación se pueda lograr.

Referencias consultadas
8ª. Juárez Hernández, Fernando. (2007). Pedagogía: ¿Disciplina en extinción? Atinos y desatinos de un estatuto. México. POMARES-UPN (189-197).

LA EDUCACIÓN ENCIERRA UN TESORO
La humanidad ha transcurrido por un largo camino de dificultades que a su vez han permitido aciertos y desaciertos para mejorar la calidad de vida, pero como se dijo, algunas veces se construyen conocimientos que permiten los adelantos de la ciencia logrando mejorar aspectos de la existencia y en otros casos, quizá se encuentre la solución a un problema determinado, sin embargo, se cae en otras complicaciones como el deterioro de la naturaleza, el menoscabo de la salud y peor aún, la pérdida de valores de las personas por la alienación, la soberbia y la mentalidad superflua que son muestra de la desigualdad de las sociedades y el materialismo de unos por el sufrimiento de otros.
En todo esto la educación ocupa un lugar primordial, puesto que es en ella en quien recae la responsabilidad de una mejor formación de la humanidad, sin percatarse que para ello, ésta tiene que luchar contra la adversidad que en poco o nada ayudan los supuestos adelantos científicos que muchas veces se les considera la panacea, pero en realidad bastante tienen que ver en la deshumanización actual al prometer una vida plena rodeada de todo y creadora de nada, puesto que se le da a parte de la humanidad lo que ocupa y hasta lo que no ocupa para que el consumismo crezca y las ganancias se eleven en las cuentas bancarias de los grandes empresarios a costa de la falta de necesidad de momentos despejados del bullicio, de los excesos, del quiero, del me hace falta… esos momentos despejados para estar consigo mismo y recapitular qué se quiere en realidad de la vida.
Mediante la educación se puede lograr la construcción de aprendices para la vida, para desarrollarse en el entorno que les tocó vivir y para convivir con los demás comprendiéndose y comprendiendo a los demás, aceptándose y aceptando a los otros porque la actualidad está exigiendo esta nueva competencia en un mundo pluralista y global en el que se carece de empatía y tal parece que la supremacía es el individualismo no para ser genuinos sino para satisfacer la propia necesidad sin sentir la de los otros.
Gracias a los avances existe el crecimiento constante de desigualdad de desempleo porque una máquina es capaz de hacer lo que hacían diez, veinte o más hombres antiguamente, porque se abarató la mano de obra y a consecuencia de esto el progreso lejos de ser la salvación de muchos, la esperanza se ha convertido en desilusión. Sin embargo, no por ello se debe truncar el progreso sino reivindicar, es decir, no se puede detener la marcha porque se generarían mayores desastres, se eliminarían vastas fuentes de empleo, lo más correcto es recapitular qué está ocurriendo y cómo se puede remediar los problemas actuales desde la ciencia pero también desde la educación al comenzar a crear individuos con una mentalidad más pluralista, respetuosa de la diversidad, mundial y local, a la vez, sin perder sus raíces Delors (1997, p. 12).
La propuesta del autor es construir una educación para toda la vida, argumenta que es conveniente porque la vida y la sociedad evolucionan constantemente y se requiere estar al día, perfeccionarse para poder desenvolverse ante las diferentes situaciones que la vida le presente a las personas y para eso es necesario la pertinencia de la educación básica como formadora de personas aptas para aprender a aprender mediante la educación formal ante la transmisión de conocimientos que el maestro debe otorgar al alumno, por medio del diálogo y sobre todo fomentando el gusto y el deseo por seguir aprendiendo durante toda la vida.
La enseñanza debe ser universal de tal manera que permita la comprensión de sí mismo, del mundo en general con un aprendizaje dialógico que forme la autocrítica, el entendimiento mutuo y la armonía para que surja el ser interior, espiritual con la expresión de sus talentos que lo lleven a construir, a imaginar sin menospreciar nada, como la capacidad de memorización, las aptitudes físicas, el sentido estético, la facilidad de comunicación, etc. Para esto la Comisión propone la utopía de basar la educación en la adquisición, la actualización y el uso de los conocimientos como privilegio del quehacer diario de la escuela, ello es la verdadera formación de seres competentes capaces de aprender a aprender en cualquier momento de la vida y aptos para aprender a hacer y a ser.
La necesidad imperiosa de contribuir en esta tipo de educación requiere de la participación de maestros capacitados para ello y comprometidos con su labor, planes de trabajo en los diferentes niveles que formulen propuestas eficientes. Los padres de familia como encargados de la primera educación, que es la que en gran medida define a la persona, también deben cooperar para ello con una participación activa y coherente. La Universidad, por su parte, requiere de investigación constante en aras de la construcción de enfoques pertinentes y que las reformas se apliquen a conciencia, no sin permitir ver los resultados se ésta cuando ya se está probando otra nueva. Al implementar este tipo de educación quizá se logre fomentar el cambio de mentalidad en la sociedad al creer que la escolarización sólo es para producir, que si bien sí contribuye en ello no es el único fin, sino que lo que se pretende es formar individuos independientes pero a la vez inmersos en el mundo.

LOS CUATRO PILARES DE LA EDUCACIÓN
Los retos que la vida le impone al hombre versan en la adquisición de cuatro capacidades para poder vivir en el siglo XXI que prometía una mejor vida y que ahora que se enfrenta la realidad se puede vislumbrar que no es lo que los antepasados alguna vez pudieron imaginar, sino que requiere del rendimiento máximo de cada individuo para enfrentar los retos que la sociedad y la vida misma le impone, esas capacidades se les llama los cuatro pilares de la educación y son: el aprender a conocer, a hacer, a vivir juntos y a ser. No es fácil cumplir cabalmente con este reto, puesto que se requiere de mucho y se dispone de poco.
Se requiere del mayor esfuerzo por parte de los aprendices, de los que imparten la enseñanza, de los encargados de formular los enfoques educativos, de los encargados de brindar los recursos materiales para que se lleve a la práctica de forma precisa la enseñanza. Los padres de familia también tienen un papel indispensable en esta tarea al brindar las bases de la educación del niño y hasta los medios de comunicación por formar parte de la vida cotidiana de éste imprimiendo conceptos ideológicos en cada uno a través de sus diversos mensajes a los que se está expuesto diariamente y en gran cantidad de tiempo.
Por ello el reto se hace más delicado al tomar en cuenta que el niño llega a la escuela con personalidad propia que varía en la cantidad de alumnos de una sola aula, algunos pueden estar dispuestos para el estudio, otros no. Los modos de comunicación masiva los abordan constantemente acaparando su tiempo y no dejando espacio para el estudio, la elaboración de tareas, la reflexión de los aprendizajes adquiridos diariamente, volviendo personas apáticas al estudio y a la reflexión. De la misma manera que absorben el tiempo influyen en la forma de ser y pensar motivando al consumismo y la individualización alienándolos hasta crear mentes acríticas. Ante todo ello, los maestros tienen que luchar en el aula por hacer partícipe a cada educando en la transmisión de saberes, en el despertar de sus capacidades y aptitudes para formarlos para la vida.
Lo primero es enseñarlo a aprender a conocer, con esto se aprende a aprender mediante el conocimiento del entorno, de sí mismo y de los demás ejercitando la atención, la memoria y el pensamiento para que sea capaz de aprender por sí solo y como discípulo, en su educación formal e informal y durante toda la vida. A pesar de que hay quienes han satanizado la memorización, cabe resaltar su conveniencia en el aprendizaje pero de forma asociativa y no acumulativa, sin sentido y de forma masiva. Así se estará construyendo individuos que conozcan, analicen y formulen conocimientos con significado para su vida diaria y futura.
En segundo lugar está la enseñanza de las técnicas, no como aprendizajes para desenvolverse en el mundo laboral únicamente, sino para que pueda poner en la práctica todos sus conocimientos, tanto en práctica como en teoría al desenvolverse en las diferentes circunstancias de la vida, como tareas cotidianas, de la escuela, de su casa o para el campo laboral, esto quiere decir que no importa cuán buenas o malas calificaciones se obtengan, la verdadera calificación la que otorga la vida, la verdadera formación en competencias es la que construye individuos aptos para responder a los retos que la vida le impone al aprender a hacer.
El tercer pilar se percibe demasiado complejo, debido a que las personas cada vez se sienten más independientes al pensar que no necesitan de nadie, de la convivencia en especial, ya que el hombre es social por naturaleza, no obstante, se procura una vida propia sin considerar las necesidades de los demás por compartir un mundo y proyectos afines, el trabajo en equipo se vuelve cada vez más conflictivo al querer privilegiar los intereses particulares, por ello los profesores deben permitir la convivencia y el respeto de la forma de ser de cada niño sin imponerse con sus ideas, sino dejar que aflore su forma de ser mediante su curiosidad y espíritu crítico por esto es necesario el diálogo mediante el intercambio de argumentos.
Y por último está el aprender a ser, con este se tenderá a la práctica de los demás conocimientos, participando en la vida activamente con libertad de juicio, de pensamiento, desarrollando la imaginación y la creatividad para ser artesanos de su propio destino. Este pilar más que nada se refiere a la aptitud de cada individuo ante la vida, pues es ahí donde se demuestra la inteligencia, el saber adquirido durante toda su formación, sea formal o informal. No es de admirarse que personas aprobadas escolarmente y promovidas a grados superiores sean incompetentes para enfrentar los retos que la vida le impone, entonces lo que realmente vale es el conocimiento que sirve para la vida.

Referencias consultadas
Delors, Jaques. (1997). La educación encierra un tesoro. UNESCO. México. (9-26) y los cuatro pilares de la educación (91-102).

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Pedagogía operatoria y Pedagogía y prácticas educativas

Martha Jackeline Márquez de Santiago
Licenciada en Letras
Seminario de Historia de la Pedagogía
Maestría en Ciencias de la Educación
Docente: Manuel Sánchez Guerrero
23 de noviembre de 2011
LA PEDAGOGÍA OPERATORIA
Un enfoque constructivista de la educación
La práctica educativa es un reto que enfrentan cada día los docentes al estar frente a grupo, pues constituye un hacer diario que no se termina aunque haya miles de teorías, pues cada una de las cabecitas que a diario conviven en el aula es un mundo cargado de situaciones complejas y de personalidad propia que demandan esfuerzos eficaces para cumplir con los objetivos de la enseñanza. Los maestros ante estas circunstancias tienen que buscar maneras apropiadas de llevar los conocimientos de forma accesible para cada uno de ellos.
Ante estas necesidades se han construido infinidad de propuestas de enseñanza que auxilien en esta labor a los encargados de la escuela, no obstante, los problemas continúan surgiendo y los análisis que se realizan con la finalidad de revisar los resultados de la educación siguen siendo desfavorables por lo que se requiere del compromiso de todos los agentes implicados en este campo para construir instrumentos acordes con las necesidades y estar conscientes de que no hay teorías terminadas, la tarea es un constante cambio que requiere de la preparación continua y la renovación pues los tiempos cambian y el ser no se queda atrás.
La Pedagogía Operatoria con motivo de fomentar prácticas docentes capaces de constituir seres más independientes y preparados para la vida aconseja que se deje a los estudiantes cimentar sus propios conocimientos dejándolos en libertad sin darles respuestas, conceptos, conocimientos específicos y elaborados por otros para que los asimile o sólo los memorice. La propuesta es dejar a los niños observar los fenómenos que se le presentan cotidianamente para que los cuestione, reflexione y elabore juicios propios sin importar si está equivocado, ya se dará cuenta en de ello, pero lo importante es que elabore sus propias ideas.
Sin embargo, no se debe caer en el error de abandonar al niño para que él solo experimente y crezca, sino que deberá haber un acompañamiento del profesor para guiar sus experiencias formulándole preguntas que lo lleven a cuestionarse cada vez más y fomentar un pensamiento crítico para que no se conforme siempre con lo que se le da como verdad absoluta. De tal manera que al tiempo que se desarrolle el estudiante físicamente se desarrollará su intelecto y creatividad. Por lo tanto el alumno deberá de participar en la construcción de sus aprendizajes al participar en las propuestas de enseñanza eligiendo qué tema le gustaría estudiar, qué trabajo le parece interesante de abordar.
Para llevar a cabo esta pedagogía tiene que conocerse el proceso evolutivo mental de los estudiantes para saber qué corresponde en cada etapa del ser y facilitar el tipo de experiencias que le formen una mente más abierta y constructiva, con ello se observa que desde pequeños, en la etapa del parvulario ya comienzan a observar e investigar con base a la experiencia que les otorgan los objetos que los rodean y que se tiende a proteger sin dejarlo que sólo conozca y formule conocimientos. Por esto es importante reflexionar que esta propuesta no va dirigida únicamente a la enseñanza formal, sino a la informal, a la educación maternal que es la que inicia con la preparación de los estudiantes y que muchas veces se le impide crear sus propios conocimientos sobreprotegiéndolo y dándole respuestas que ni siquiera a pedido.
La pedagogía operatoria expone argumentos suficientes para considerar porqué es benéfico dejar a los individuos en libertad frente a las situaciones que la vida les presentan para que adquieran la capacidad de madurar su intelecto de manera constructiva y no sólo aprender por aprender sin significación sin comprender para qué les sirven esos conocimientos y cómo utilizarlos.
Referencias consultadas
Moreno, Montserrat. (1997). La pedagogía operatoria, Un enfoque constructivista de la educación. Ed. Laia S. A. México. (39-55).
PEDAGOGÍA Y PRÁCTICAS EDUCATIVAS
Mucho se ha discutido acerca de si la pedagogía es una ciencia o no y de su tarea en torno a la educación, pues la pedagogía es una disciplina que trabaja en aras de construir propuestas de enseñanza que auxilien en la labor educativa, pero ésta no construye por sí sola sus teorías puesto que se ayuda de otras ciencias que estudian los elementos que rodean la educación, como es el conocimiento del hombre para comprender su carácter y modos de enfrentar las situaciones para lo que se vale de la antropología. Para conocer cuál es su forma de acceder a los conocimientos, sus capacidades intelectuales se apoyo de la psicología. La sociología le sirve para entender cómo es el hombre en convivencia con los demás y así sucesivamente la pedagogía recurre a las diferentes ciencias para formular sus teorías, por lo tanto ésta no es una ciencia, sino una disciplina que pide por encargo a las ciencias que hagan estudios que le permitan conseguir sus objetivos.
¿Por qué es necesario conocer al hombre desde sus raíces y en su actuar para construir las estrategias de enseñanza y los conocimientos que deberá aprender?, es porque al entender cómo y quién es el hombre se puede discernir qué es lo que requiere para formarlo, educarlo y de esta manera brindarle mejores oportunidades de vida y de esta manera lograr mejores sociedades. Por ello la teoría pedagógica privilegia el conocimiento del hombre como primera acción y a partir de ahí se decide cómo se le debe formar. En la concepción antropológica se discute que el hombre es individualista, egoísta y sociable por naturaleza (Fernández, Pérez y García, 2009, p. 17) y por ello hay pedagogías socializadoras y pedagogías individualistas que eduquen al individuo en cuanto a su formación como ser social para que viva y conviva y se desarrolle en la búsqueda de objetivos comunes, pero también para que se desenvuelva como persona con intereses particulares y en el cumplimiento de sus objetivos.
También hay concepciones antropológicas que exponen al individuo como un ser bondadoso por naturaleza y otras que se contraponen al expresar que no es así, que el hombre es perverso, ante estas situaciones las teorías pedagógicas deberán buscar las enseñanzas que requieren los individuos con respecto a su benevolencia o villanía para encaminarlo por ese camino del bien y no permitir que se desvíe o por el contrario, construir métodos que lo conviertan al bien, al desarrollo de sus cualidades bondadosas y supresión de su ser antagónico.
La pedagogía no hace uso de las ciencias únicamente para la tarea que lleva a cabo, sino de otros campos de conocimiento que no son específicamente científicos, como la filosofía, la religión y la moral porque estas disciplinas hablan acerca de quién es el hombre, cuál es su condición original y sus finalidades (Fernández, Pérez y García, 2009, p. 18). Entre estas ciencias y campos del conocimiento surge también la cuestión de para qué educar al niño para la vida o para las necesidades sociales y de esta manera se pueden localizar diferentes propuestas a lo largo de la historia en las que se ennoblece, en algunas, la enseñanza para la vida, para saber ser y en otras para el conocimiento sobre el desempeño social y principalmente laboral.
Es necesario reconocer qué es lo que se pretende lograr en el ámbito educativo para formular las teorías, construir los materiales y las estrategias a desarrollar en concordancia unas con otras para lograr la fundamentación de las propuestas con que se defenderá de otras atacantes y en esto tiene que ver qué es lo que exige la generalidad de la sociedad para dar respuesta a ese requerimiento ayudadas por la didáctica como instrumento para poner en práctica los instrumentos que servirán para desarrollar la enseñanza y construir el aprendizaje.
Finalmente, la enseñanza es como la agricultura en la que se hace un estudio de la tierra y de sus componentes para saber qué tipo de cultivo puede ser productivo y qué métodos son necesarios de implementar para cumplir el objetivo. Por otra parte, el aprendizaje es la cosecha que se logró al final de la jornada de trabajo que en algunos lugares del terreno será fértil, en otros escaso y en otros vano, puesto que todo ello implica las propiedades de la tierra que varían dependiendo de las circunstancias y por más estudios que se le hagan es aleatorio el efecto. De igual forma ocurre en la escuela, ésta se apoya de la pedagogía que construye teorías para colaborar en la mejora de los resultados, pero nada está asegurado en este terreno, lo único que se puede hacer es seguir buscando en cada caso qué es lo que se requiere con exhaustivas investigaciones y puestas en práctica para construir una ciencia que se requiera en cada caso particular, conscientes de que se debe hacer lo mejor pero ello no asegura siempre las respuestas favorables.
Referencias consultadas
Fernández, Pérez y García. (2009). Pedagogía y prácticas educativas. UPN. Estructura y modo de ser de las teorías pedagógicas. (11-45).

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Martha Jackeline Márquez de Santiago
Licenciada en Letras
Seminario de Historia de la Pedagogía
Maestría en Ciencias de la Educación
Docente: Manuel Sánchez Guerrero
16 de noviembre de 2011.
¿QUÉ ES LA PEDAGOGÍA?
La educación forma parte del proceso de evolución del ser humano y por ello es necesario que ésta se mantenga en constante perfeccionamiento a fin de responder a las demandas de cada momento, lugar y casos particulares de cada educando. De ello que es constante la demanda de respuestas a estas exigencias hacia el ámbito escolar en aras de ofrecer oportunidades precisas a los educandos de acuerdo a sus cualidades, necesidades e intereses, por ello hay una constante búsqueda de soluciones para un mejor aprovechamiento escolar que logre personas capacitadas para la vida.
Por naturaleza el hombre se cuestiona ante la realidad sobre las circunstancias que la vida le presenta tratando de mejorar su existencia y es así como surgen las teorías sobre la educación que en cada momento de la historia han construido diversos autores apegándose a las acontecimientos del momento en que se encuentran, de tal forma que cuando se construye un nuevo método de enseñanza con argumentos que lo sustentan en poco o en un lapso vasto queda derrocado por ser obsoleto mientras que otros autores se han encargado de innovar lo que hasta ese momento había. “La individualidad irrepetible de cada persona humana, así como la idiosincracia [sic idiosincrasia] de cada grupo social advierte de la multitud de factores que entran en juego en los fenómenos sociales: históricos, psicológicos, biológicos, económicos, políticos, culturales, etc., etc.” (Sarramona, 1985, p. 26).
De esta manera se puede observar que la educación ha pasado por constantes cambios entre aciertos y desaciertos con criticas buenas y malas que han venido construyendo lo que hoy en día se desarrolla en cada aula, pero, ¿a todo ello se le puede llamar ciencia o sólo son construcciones que se hacen con base en otras ciencias que están directamente relacionadas con la educación?, lo que el autor trata, es ilustrar sobre ello o dar un panorama de cómo se ha venido formando la teoría sobre la educación.
Distintos autores han cuestionado sobre si la pedagogía efectivamente es una ciencia o no y si es parte de las ciencias de la educación o éstas de ella, otros han propuesto su propia teoría sobre la pedagogía como ciencia y su estructura o clasificación en diversas ramas, valga de ejemplo J. Fernández Huerta, Mialaret entre otros, y a todo ello siempre habrá quien las aprueben y quienes las reprueben pero para ello está la epistemología que sirve de filtro o prueba que evalúa la validez de las diferentes ciencias.
Por todo ello se entiende que las diferentes ciencias, así como las diversas aportaciones de los autores de teorías educativas tienen provisionalidad, puesto que funcionan en su momento en las circunstancias para las que fueron creadas y llega el tiempo que quedan fuera por no responder a las necesidades inmediatas en que se labora. También la objetividad de las investigaciones está sujeta a la inventiva del personaje que la crea y que de alguna manera le inyectará su subjetividad porque para generar algo nuevo se requiere de imaginación propia, mas no por ello se debe dejar de lado l parte objetivan que valida la comprobación de la prueba realizada.
Como ejemplo en la actualidad en cuanto a los avances de la ciencia en cuestión pedagógica se habla de la construcción de personas preparadas para la vida, competentes y esto posiblemente se retoma de diversas teorías como por ejemplo de Comenio, Rousseau, Pestalozzi (Abbagnano y Visalberghi, 2009) y Piaget, por nombrar algunos con respecto a la teoría de enseñanza basada en la experiencia, con un rechazo, casi determinante de la escuela tradicional. Con esto lo que se pretende es que los alumnos aprendan mediante experiencias que se acercan a trabajos de la vida cotidiana como problemas de matemáticas, o realizar solicitudes de empleo, el uso de documentos oficiales y participación en debates de temas actuales y de interés para los estudiantes.
Con todo ello, quizá si se construyen personas capacitadas para la vida, pero la mayoría de los objetivos curriculares se centran en esa capacitación para la vida laboral, olvidando la parte anímica de las personas, pues se les inculca el sentido de superación y progreso sin prever que se está acabando el respeto por la familia, los seres vivos, por la naturaleza. Es por ello que la pedagogía actual debería centrar sus intereses, su objeto de estudio, en la búsqueda de estrategias factibles para la construcción de seres sensibles como propone Comenio (Comenio, 2005).
Referencias consultadas
Abbagnano, N. y A. Visalberghi. (2009). Historia de la pedagogía. México. Fondo de Cultura Económica. Rousseau (387-400), Pestalozzi (466-477) y Fröebel (478-487).
Comenio, J. (2005). Didáctica Magna. Porrúa. Prólogo de Gabriel de la Mora. Págs. XXXIII. Y PALACIOS, Jesús. (1999). La cuestión escolar: críticas y alternativas. 4ª ed. México. Fontamara (11-22), (39-49).
Sarramona, Jaime. (1985). ¿Qué es la pedagogía? Ediciones Ceac Barcelona. España. Pp. 5-55.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

DIDÁCTICA MAGNA

Martha Jackeline Márquez de Santiago
Licenciada en Letras
Seminario de Historia de la Pedagogía
Maestría en Ciencias de la Educación
Docente: Manuel Sánchez Guerrero
9 de noviembre de 2011.
LA DIDÁCTICA MAGNA
Comenio es el gran pedagogo que ha legado la historia de la educación, su labor en la construcción de métodos y estrategias de enseñanza no fue una casualidad, sino, que es fruto de una existencia llena de trabajos y contratiempos o sufrimientos que fueron forjando la personalidad del filósofa para que llegara a la construcción de todas sus ideas y conocimientos en torno de la escuela y su labor formadora de seres pensantes y espirituales.
La vida de Comenio estuvo marcada por grandes tragedias que fueron desde sus seres queridos más cercanos hasta sus compatriotas devastados por guerras y persecuciones constantes en las que él se vio envuelto, llevándolo a vivir en el constante errar. Su obra en gran medida fue causa de las persecuciones que lo llevaron al destierro por proponer formas distintas de educación y de culto a Dios que no comulgaban con las ideologías Cristianas. Es por ello que forma parte del parte aguas entre el rompimiento de la escolástica medieval y una nueva forma de ver la educación.
El carácter de Comenio en la construcción de su gran obra educativa llevó a diversos pensadores a estudiarla tanto como su personalidad para conocer de fondo su propuesta y hacerla surgir en los procesos de aprendizaje puesto que lo que él pretendía es instituir una educación democrática en la que se les enseñara de todo a todos mediante un método de asimilación. Si la pedagogía similar formaba mediante la percepción dogmática (Comenio, 2005, p. XXXIII) en la que se educaba para incorporar conocimientos sin entenderlos, él pretendía que se meditara lo que se leía, lo que se aprendía para lograr su entendimiento. Con ellos se lograría la comprensión, primero, la fijación, enseguida y la aplicación finalmente.
Al asimilar los conocimientos se lograba una incorporación del aprendizaje en la mente y mediante la práctica el aprovechamiento era redituable y verdadero. Para Comenio esto era fundamental como bien lo dice la Biblia, Dios no quiere a los cerdos porque solo tragan y los animales rumiantes son sagrados para él, pues le dan vueltas hasta asimilar de la misma manera que se debe hacer con la lectura sagrada, rumiar para llegar a una verdadera comprensión, así en la educación es preciso llegar a rumiar los contenidos para que el trabajo sea fecundo.
También Comenio hace especial énfasis en la importancia de formar al hombre como ser espiritual con base en una educación mediante la moral y la religión puesto que en la escuela sólo se pretende cultivar intelectos limitados a los conocimientos mundanos y no superiores, no se cultiva al ser espiritual. Si las autoridades, el Estado y las educativas hicieran un recuento de las propuestas de Comenio y lo valoraran con lo que se ha estado construyendo en las últimas décadas y cómo ha repercutido en la forma de vida de la sociedad actual, quizá las reformas dejarían de ser un constante ir y venir entre lo que se quiere y lo que se puede para convertirse en una verdadera educación basada en el pasado para formar en el presente y construir el futuro para la vida y no para el Estado.

LA CUESTIÓN ESCOLAR

Martha Jackeline Márquez de Santiago
Licenciada en Letras
Seminario de Historia de la Pedagogía
Maestría en Ciencias de la Educación
Docente: Manuel Sánchez Guerrero
9 de noviembre de 2011.
LA CUESTIÓN ESCOLAR
La necesidad de prácticas pedagógicas adecuadas es asunto de vital importancia en cualquier época de la humanidad para que la sociedad goce de plenitud y buena convivencia, sin embargo, ello es demasiado complejo y la historia da muestras de cómo se ha llegado a construir infinitud de teorías en aras de edificar un método que facilite el aprovechamiento escolar, pero no habrá uno exacto que funcione en todo momento, lugar y con cada individuo. Lo que se ha hecho, quizá  funcionó y algunos siguen funcionando, mas, cabe destacar que la humanidad está en constante proceso de desarrollo o cambio y lo que era imperante en tiempos pasados no necesariamente lo es ahora, o para todas las personas.
Por esta razón se discuten hipótesis, métodos, teorías para contribuir a un mejoramiento de la práctica educativa y de ahí que se ha pasado por diferentes momentos y paradigmas educativos que ahora son rebatidos pero que en su momento tal vez fueron de gran ayuda y los objetivos propuestos se lograban, es así que la Escuela Tradicional fue derrocada por innovaciones que argumentaban de forma precisa que las estrategias de enseñanza eran inadecuadas porque se formaban personas memorísticas a base de repetir conceptos y mediante premios o castigos según el desempeño de los estudiantes.
Palacios (1999) hace una comparación entre la Escuela Tradicional y la propuesta de Rousseau puesto que existe un gran contraste entre ambas, como se dijo, la primera más que cultivar el intelecto y el espíritu del individuo, su objetivo era equipararlo con conocimientos que se consideraban importantes y necesarios para su desarrollo. Por otro lado Rousseau dice que lo importante es formar personas libres y para ello hay que respetar su naturaleza, de tal forma que los niños se desenvuelvan en completa laxitud, siguiendo sus instintos y aprendiendo a través de las sensaciones provocadas mediante la experiencia.
Él afirma que si se le permite al niño ser libre haciendo lo que le plazca, solo logrará llegar al entendimiento y en un momento dejará de hacer lo que no le paresa necesario y ni correcto, pero trasladando esto a la actualidad pudiera ser una buena propuesta y tener funcionalidad, no obstante, para ello se requiere el apoyo de los tres pilares fundamentales de la educación y son; niño, padres y docente, cuestión que tal vez en la época del pedagogo tampoco se cumplía, pero ahora es cada vez más difícil si se toma en cuenta que el alumno es lo que en su casa se hace, en su casa los padres están constantemente ocupados para comenzar una formación como la que se propone, pues esta tiene que comenzar desde el momento en que nace el niño.
Al llegar a la institución educativa el alumno ya va educado de una manera en la que se le imponen obligaciones se le limita a buscar soluciones a sus problemas otorgándole todo para que no batalle y para que los padres llenen los vacios que la falta de tiempo les provocan, después de esto el docente continuará la labor, pero qué hace el docente, realmente tiene vocación de enseñar o está ahí por circunstancias muy ajenas a las de enseñar, incluso ni tiene la formación apropiada para ello. La propuesta de Rousseau no es mala, más bien es utópica, comenzando desde esos tres pilares fundamentales en los que los padres comienzan la labor, el docente la continúa y el alumno sólo se deja llevar, pero el ciclo se rompe desde la casa, si ahí no se comienza con esta labor lo más probable es que se cambie el rumbo de la formación propuesta y al llegar a la escuela la tarea es más difícil, al darle libertad se convertirá en libertinaje.
Cómo el docente logrará desarrollar la curiosidad del niño para que éste vaya en busca de respuestas a los problemas que le genere esa curiosidad y de esa manera acceda al aprendizaje por gusto, por aceptación propia, cómo se le inculca el deseo de buscar, experimentar si la modernidad parece darles todo sin permitirles escudriñar ni pensar hasta generar mentes apacibles y conformistas, aunque les presenta cada instante nuevas experiencias con artículos innovadores, programas entretenidos en contraparte de la escuela que se exterioriza como aburrida y falta de experiencias divertidas.
Si la gran propuesta de Rousseau es educar mediante el interés la respuesta al problema de la educación es saber ¿cuál es el interés del alumno en estos tiempos? y ese interés ¿es verdaderamente el que le conducirá a una buena formación o sólo son necesidades superfluas? Si la educación se girará en torno a la consciencia de la finitud de la vida, de que hay un más allá y que es para lo que somos, quizá la educación rendiría mejores frutos y los valores de la humanidad no estarían tan degradados como ahora. Tal vez el gran problema es que se educa para lo momentáneo, para el aquí y el ahora.
Referencias consultadas
Comenio, J. (2005). Didáctica Magna. Porrúa. Prólogo de Gabriel de la Mora. Págs. XXXIII. Y PALACIOS, Jesús. (1999). La cuestión escolar: críticas y alternativas. 4ª ed. México. Fontamara (11-22), (39-49).

jueves, 3 de noviembre de 2011

Locke, Rousseau, Pestalozzi y Fröebel

Martha Jackeline Márquez de Santiago
Licenciada en Letras
Seminario de Historia de la Pedagogía
Maestría en Ciencias de la Educación
Docente: Manuel Sánchez Guerrero
2 de noviembre de 2011.
LA FILOSOFÍA Y LA PEDAGOGÍA DE JOHN LOCKE
La influencia de John Locke en la pedagogía fue de gran importancia por ser un personaje que cuestionó las concepciones dadas a la capacidad intelectual del ser, al referirse negativamente al innatismo de las ideas y afirmar con argumentos válidos que las ideas no nacen con el ser, sino se desarrollan en éste a partir de las influencias externas. Porqué causa admiración las exposiciones de Locke, es por el hecho de que sus hipótesis planteadas resultan cuestionables al pensar que los humanos nacemos con la capacidad de crear ideas, pero lo que él dice es que no se nace con ellas y es ahí donde estriba el problema, pues cómo se puede comprobar que un bebé, un recién nacido no formula ideas o cómo comprobar que sí lo hace.
Las afirmaciones de Locke quizá sean justificables pero en realidad no se puede demostrar si son verdad o mentira, sólo es un supuesto que él hace, para ello expongo las explicaciones a  las que alude el pedagogo sobre el tema; él dice que la idea es el objeto del conocimiento y que para que ésta se formule es necesario acceder a la experiencia, es decir, los seres estamos expuestos a los sucesos exteriores e interiores del cuerpo que se representan a través de los órganos físicos o también mediante los sentimientos (frío, calor, dolor, alegría, etc.) de esta manera nace una concepción mental que es la idea y puede ser de dos tipos que son la de sensación y la de reflexión. (Abbagnano y Visalberghi, 2009, p. 335).
La idea de  sensación es la que proviene del exterior como los colores, las temperaturas, etc., y la de reflexión es interna como la percepción, el pensamiento, la duda, el raciocinio, el conocimiento, la voluntad y todas las ideas que se refieren a operaciones de la mente “Locke se mantiene fiel al principio cartesiano de que tener una idea significa percibirla, es decir, ser consciente de ella. […] las ideas innatas no existen porque no son pensadas; una idea no es si no es pensada” (Abbagnano y Visalberghi, 2009, p. 335). Así demuestra que las ideas existen en el hombre pero que son a raíz de las circunstancias, de las sensaciones de la experiencia pero también dice que hay ideas complejas y se dividen en tres tipos.
Estas ideas complejas son de modos, sustancias y relaciones las primeras son las no consideradas subsistentes por sí mismas, sino sólo como manifestaciones de una sustancia (triángulo, gratitud, asesinato), las segundas son las que se consideran subsistentes por sí mismas como el hombre, objetos, animales, etc., y la última es la confrontación que se hace de una idea con otra (Abbagnano y Visalberghi, 2009, p. 337). De todo esto se deduce que lo que Locke quiere decir es que las ideas se forman en la mente a partir de las sensaciones externas o internas de ello se parte para ir cuestionando y confrontando para formar nuevas ideas, más complejas.
Pero todo ello lo hace con el objetivo de comprobar que la humanidad no es perfecta, en el sentido de que no hay ideas puras y verdaderas, que se pueden crear, las cuales serán buenas o malas y se pueden acercar a la verdad pero no se podrá comprobar en todo caso, lo que quiero decir es que él afirma que el hombre tiene límites, limites intelectuales, esto lo hace con el fin de partir de una concepción de la capacidad cognitiva para formar las estrategias pedagógicas.
Entonces plantea la validez del conocimiento y que se comprueba a través de un contraste de acuerdo o desacuerdo de las ideas ya sea intuitivo o demostrativo; el primero es más fácil de percibir y valorar, puesto que versa sobre cosas que se pueden probar mediante la observación inmediata como el decir que el blanco es blanco porque se evidencia que no es otro color y esto no es difícil de alcanzar. Pero la demostración de un conocimiento es cuando hay un desacuerdo entre dos ideas y no se percibe inmediatamente cuál es la correcta y hay que ponerlo en evidencia mediante otras ideas a manera de pruebas, no obstante, este tipo de conocimiento es mayor que el intuitivo aunque no se pueda demostrar su validez. (Abbagnano y Visalberghi, 2009, p. 339).
Para Locke el verdadero conocimiento estaba mediante la conformidad de las ideas con la realidad de las cosas, aspecto que no se puede garantizar pues no todo se puede probar con la realidad.

Referencias consultadas
Abbagnano, N. y A. Visalberghi. (2009). Historia de la pedagogía. México. Fondo de Cultura Económica. La filosofía y la pedagogía de John Locke (333-346).

ROUSSEAU, PESTALOZZI Y FRÖEBEL
La vida y obra de estos tres pensadores y pedagogos está muy relacionada en diferentes aspectos, por su carácter de contribuir a la educación a la manera de formar personas mediante la enseñanza, por sus diversas coincidencias en cómo se debe enseñar, aunque también existen percepciones contradictorias entre unos y otros y también por la forma de vida que tuvieron los tres que quizá no sea tomada muy en cuenta para lo que fue su obra pero que si se observa pudiera ser que influyó en el tipo de vida que tuvieron y que los llevó a ser de tal forma y ello es la situación de la muerte de sus madres en dos de ellos y la del padre en uno de los tres a temprana edad, situación que pudo haber influido en que ellos propusieran formas de enseñanza determinadas como la importancia de la educación por parte de la familia.
Más que referir detalladamente la vida, obra y pedagogía de cada autor se tratará de hacer un contraste entre sus posturas y su influencia en la pedagogía de aquel entonces y la de ahora dando importancia a los puntos en acuerdo y en desacuerdo entre los tres. Se realizará por orden de aparición histórica.
Comenzando por Rousseau se considera que él apelaba a una educación basada en la libertad y la naturaleza, pretendía que al niño se le dejara crecer a su libre albedrio para que se desarrollara de manera natural, puesto que para él esto era lo ideal para no formar seres infelices que se les amolde al modo que otros consideren correcto. Para Rousseau la educación debe consistir en el proceso de crecimiento natural del individuo de tal manera que no sea un salvaje pero tampoco un ser dependiente y servil de y para los demás.
Para él lo principal es la democracia en la que se forma personas que son para la sociedad y para sí, que cada uno sea como su naturaleza misma lo guíe pero que a la vez no pierda el sentido del contrato social, que adquiera consciencia de que vive en una sociedad la cual le merece respeto y le brinda respeto. La propuesta de éste es que se le ofrezca al individuo desde sus primeros años de vida, desde la lactancia más bien, oportunidades de aprender mediante las experiencias importantes, considero que a esto se refiere a situaciones que le permitan observar, cuestionar y formular un conocimiento, a lo cual el educador deberá enfrentarlo predeterminadamente.
El pedagogo está en contra de los métodos verbalistas que llenan de conceptos a los educandos sin permitirles la formación de cuestionamientos y de aprendizajes y  está en desacuerdo con Locke “…en polémica con Locke, declara la guerra a los hábitos. No hay sino uno que el niño debe contraer: el de no tener ninguno” (Abbagnano y Visalberghi, 2009, p. 396). Lo que Rousseau propone para los primeros años es que no se le quiera forzar a aprender, no importa que se pierda el tiempo, ya a los doce o quince años la atención del joven está más guiada al sentido de la utilidad y por lo tanto será más consciente de su proceso de aprendizaje.
Pestalozzi fue en educador que pasó por varias etapas de formación y de práctica para obtener mejores resultados en su pedagogía, pues en un principió fracasó en su empresa de formar personas mediante la práctica agraria con la finalidad de cultivar la enseñanza a través de la experiencia en el trabajo de campo pero no lo logró por el factor económico, pues no supo administrar su hacienda  y esto lo llevó a la ruina. Sin embargo, estuvo en constante preparación y emprendimiento de nuevas empresas educativas con la formación de institutos en uno y otro país con la ayuda de diversos colaboradores.
La contribución de este personaje al campo educativo al igual que Rousseau consiste en la importancia que le atribuyen a la formación natural del individuo pero el primero le da gran jerarquía al juego, proponiendo una formación en libertad mediante al aprendizaje lúdico para que a través de la alegría del niño se forme el conocimiento y afirma que “El problema consiste en “reunir lo que Rousseau ha separado”, es decir, la libertad de la naturaleza con la autoridad del deber, pues “ni aun en las circunstancias más favorables es lícito abandonar el niño a merced de su capricho”” (Abbagnano y Visalberghi, 2009, p. 469). Para Pestalozzi la formación natural y lúdica era importante, siempre y cuando no se diera paso al libertinaje.
Para él la educación debía estar regida por lo ético-religioso, punto en el que coincide con los otros dos pedagogos, el amor a Dios, la religión como parte medular en la formación del ser. Y ésta sería inculcada por los padres como primeros formadores y principales, puesto que de ellos se deriva el amor por Dios y la fe en Dios, si éstos no la tienen no la transmitirán.
Fröbel que fue a conocer los institutos de Pestalozzi y quedó admirado por la forma de enseñanza e intentó seguir sus métodos, también hace énfasis en la importancia de la educación inicial, que es formada por los padres y contribuye de manera más sustanciosa al proponer y poner en práctica métodos que enseñarán a los padres a educar a sus hijos. Coincide con el anterior en la enseñanza a base del juego, de ahí nacen los preescolares en los que se deberá formar al niño en sus primeros años mediante la diversión.
Los tres autores tienen en común la necesidad de formar seres libres pero comprometidos con la sociedad, respetándola y en la formación en la fe y la religión hacen especial mención de que es parte medular para la formación del niño con sentido de amor, respeto, creencias y virtudes. El juego es otro punto de concomitancia  entre los tres pero a todo ello cada uno le da su sentido y la forma en que argumentan la importancia quizá sea divergente, no obstante, el objetivo puede llegar a ser similar.

Referencias consultadas
Abbagnano, N. y A. Visalberghi. (2009). Historia de la pedagogía. México. Fondo de Cultura Económica. Rousseau (387-400), Pestalozzi (466-477) y Fröebel (478-487).