miércoles, 9 de noviembre de 2011

LA CUESTIÓN ESCOLAR

Martha Jackeline Márquez de Santiago
Licenciada en Letras
Seminario de Historia de la Pedagogía
Maestría en Ciencias de la Educación
Docente: Manuel Sánchez Guerrero
9 de noviembre de 2011.
LA CUESTIÓN ESCOLAR
La necesidad de prácticas pedagógicas adecuadas es asunto de vital importancia en cualquier época de la humanidad para que la sociedad goce de plenitud y buena convivencia, sin embargo, ello es demasiado complejo y la historia da muestras de cómo se ha llegado a construir infinitud de teorías en aras de edificar un método que facilite el aprovechamiento escolar, pero no habrá uno exacto que funcione en todo momento, lugar y con cada individuo. Lo que se ha hecho, quizá  funcionó y algunos siguen funcionando, mas, cabe destacar que la humanidad está en constante proceso de desarrollo o cambio y lo que era imperante en tiempos pasados no necesariamente lo es ahora, o para todas las personas.
Por esta razón se discuten hipótesis, métodos, teorías para contribuir a un mejoramiento de la práctica educativa y de ahí que se ha pasado por diferentes momentos y paradigmas educativos que ahora son rebatidos pero que en su momento tal vez fueron de gran ayuda y los objetivos propuestos se lograban, es así que la Escuela Tradicional fue derrocada por innovaciones que argumentaban de forma precisa que las estrategias de enseñanza eran inadecuadas porque se formaban personas memorísticas a base de repetir conceptos y mediante premios o castigos según el desempeño de los estudiantes.
Palacios (1999) hace una comparación entre la Escuela Tradicional y la propuesta de Rousseau puesto que existe un gran contraste entre ambas, como se dijo, la primera más que cultivar el intelecto y el espíritu del individuo, su objetivo era equipararlo con conocimientos que se consideraban importantes y necesarios para su desarrollo. Por otro lado Rousseau dice que lo importante es formar personas libres y para ello hay que respetar su naturaleza, de tal forma que los niños se desenvuelvan en completa laxitud, siguiendo sus instintos y aprendiendo a través de las sensaciones provocadas mediante la experiencia.
Él afirma que si se le permite al niño ser libre haciendo lo que le plazca, solo logrará llegar al entendimiento y en un momento dejará de hacer lo que no le paresa necesario y ni correcto, pero trasladando esto a la actualidad pudiera ser una buena propuesta y tener funcionalidad, no obstante, para ello se requiere el apoyo de los tres pilares fundamentales de la educación y son; niño, padres y docente, cuestión que tal vez en la época del pedagogo tampoco se cumplía, pero ahora es cada vez más difícil si se toma en cuenta que el alumno es lo que en su casa se hace, en su casa los padres están constantemente ocupados para comenzar una formación como la que se propone, pues esta tiene que comenzar desde el momento en que nace el niño.
Al llegar a la institución educativa el alumno ya va educado de una manera en la que se le imponen obligaciones se le limita a buscar soluciones a sus problemas otorgándole todo para que no batalle y para que los padres llenen los vacios que la falta de tiempo les provocan, después de esto el docente continuará la labor, pero qué hace el docente, realmente tiene vocación de enseñar o está ahí por circunstancias muy ajenas a las de enseñar, incluso ni tiene la formación apropiada para ello. La propuesta de Rousseau no es mala, más bien es utópica, comenzando desde esos tres pilares fundamentales en los que los padres comienzan la labor, el docente la continúa y el alumno sólo se deja llevar, pero el ciclo se rompe desde la casa, si ahí no se comienza con esta labor lo más probable es que se cambie el rumbo de la formación propuesta y al llegar a la escuela la tarea es más difícil, al darle libertad se convertirá en libertinaje.
Cómo el docente logrará desarrollar la curiosidad del niño para que éste vaya en busca de respuestas a los problemas que le genere esa curiosidad y de esa manera acceda al aprendizaje por gusto, por aceptación propia, cómo se le inculca el deseo de buscar, experimentar si la modernidad parece darles todo sin permitirles escudriñar ni pensar hasta generar mentes apacibles y conformistas, aunque les presenta cada instante nuevas experiencias con artículos innovadores, programas entretenidos en contraparte de la escuela que se exterioriza como aburrida y falta de experiencias divertidas.
Si la gran propuesta de Rousseau es educar mediante el interés la respuesta al problema de la educación es saber ¿cuál es el interés del alumno en estos tiempos? y ese interés ¿es verdaderamente el que le conducirá a una buena formación o sólo son necesidades superfluas? Si la educación se girará en torno a la consciencia de la finitud de la vida, de que hay un más allá y que es para lo que somos, quizá la educación rendiría mejores frutos y los valores de la humanidad no estarían tan degradados como ahora. Tal vez el gran problema es que se educa para lo momentáneo, para el aquí y el ahora.
Referencias consultadas
Comenio, J. (2005). Didáctica Magna. Porrúa. Prólogo de Gabriel de la Mora. Págs. XXXIII. Y PALACIOS, Jesús. (1999). La cuestión escolar: críticas y alternativas. 4ª ed. México. Fontamara (11-22), (39-49).

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