miércoles, 30 de noviembre de 2011

Pedagogía: ¿Una disciplina en extinción? Atinos y desatinos de un estatuto, La educación encierra un tesoro, Los cuatro pilares de la educación.

Martha Jackeline Márquez de Santiago
Licenciada en Letras
Seminario de Historia de la Pedagogía
Maestría en Ciencias de la Educación
Docente: Manuel Sánchez Guerrero
30 de noviembre de 2011

PEDAGOGÍA: ¿DISCIPLINA EN EXTINCIÓN? ATINOS Y DESATINOS DE UN ESTATUTO
¿Es la pedagogía una ciencia?, esa pregunta surge frecuentemente en las personas que están inmersas en la educación y qué difícilmente se les puede dar una respuesta correcta y satisfactoria porque determinar su cientificidad remite a un gran análisis histórico y también con referencia a la epistemología para dar la validez o no a este campo de la educación. Pero al examinar literaturas con respecto a la pedagogía se puede dilucidar que es una disciplina porque aun no ha llegado a la producción de teorías propias a raíz de su indagación, sino que va retomando poquito de una ciencia y de otra para la construcción de conocimientos que coadyuven a la solución de los problemas educativos.
Considerando lo anterior la pedagogía, ya aclarado que es una disciplina, está encargada de la producción de conocimientos relacionados a la educación, básicamente, a la búsqueda de soluciones a problemáticas imperantes en este campo. Mediante esta labor los pedagogos han adquirido el compromiso de formular teorías que busquen establecer un estatuto epistemológico, de tal manera que su cientificidad sirva de validez para la pedagogía como ciencia. No obstante, ello no se ha logrado por múltiples razones como la falta de fundamentos como estatuto puesto que no es fácil lograrlo y los pedagogos caen en los discurso sin sentido para disfrazar su falta de valor epistémico.
Otra razón es que a la disminución de un conocimiento real de la educación para lograr construir una teoría propia sobre la misma, entonces se retoma el camino recorrido por otras ciencias para poder entender y explicar su objeto de estudio y de ese modo construir conocimientos que se puedan poner en práctica en la enseñanza para que ésta sea más eficaz. Por esto se hace uso de la antropología para conocer al hombre, de la sociología para entender su comportamiento en convivencia, de la psicología para concebir sus modos de aprendizaje, entre otras ciencias que sirvan para ir formulando el concepto de hombre en la historia y su comportamiento.
Como ya se dijo no es fácil lograr el grado de cientificidad por parte de la pedagogía, Juárez (2007), lo que quiere dar a conocer es que no está en contra de la pedagogía o que no es que no reconozca que lo que se ha logrado a través del paso del tiempo no sea excelso ni dice que tal disciplina no sea capaz de algún día lograr su estatuto, simplemente lo que quiere remitir en su análisis es que muy a pesar de los pedagogos que creen haber conseguido el estatuto no es así y ello se debe en gran medida a la falta de humildad de algunos que creen logrado ese objetivo por algunos pincelazos filosóficos que dan a sus teorías. Para conseguir el grado de cientificidad, dice el autor, es necesario reconocer en qué punto se encuentra la pedagogía, ser humildes y retomar el camino de algunos pedagogos que han legado, recorriendo parte del pasaje por transitar, con teorías que sí trataron de apegarse a las bases epistémicas, y continuar la marcha hasta que se llegue a la meta.
Cabe resaltar que la educación es un sector muy vulnerable que constantemente es víctima de maltratos por parte de la sociedad como los padres de familia, las personas en general, los propios alumnos y maestros que inconformes por las múltiples necesidades que acontecen a este sector se expresan de mala manera y que ello repercute en la falta de interés por hacer de ésta el mejor aleado para la construcción de un mundo mejor, lejos de hacer de la educación un recipiente en el que se vierten achaques, chismes, rencores, desánimos y desilusiones, merece que se critique con conocimiento de causa y se formule una meta en comunión con todos los elementos implicados para que la educación se pueda lograr.

Referencias consultadas
8ª. Juárez Hernández, Fernando. (2007). Pedagogía: ¿Disciplina en extinción? Atinos y desatinos de un estatuto. México. POMARES-UPN (189-197).

LA EDUCACIÓN ENCIERRA UN TESORO
La humanidad ha transcurrido por un largo camino de dificultades que a su vez han permitido aciertos y desaciertos para mejorar la calidad de vida, pero como se dijo, algunas veces se construyen conocimientos que permiten los adelantos de la ciencia logrando mejorar aspectos de la existencia y en otros casos, quizá se encuentre la solución a un problema determinado, sin embargo, se cae en otras complicaciones como el deterioro de la naturaleza, el menoscabo de la salud y peor aún, la pérdida de valores de las personas por la alienación, la soberbia y la mentalidad superflua que son muestra de la desigualdad de las sociedades y el materialismo de unos por el sufrimiento de otros.
En todo esto la educación ocupa un lugar primordial, puesto que es en ella en quien recae la responsabilidad de una mejor formación de la humanidad, sin percatarse que para ello, ésta tiene que luchar contra la adversidad que en poco o nada ayudan los supuestos adelantos científicos que muchas veces se les considera la panacea, pero en realidad bastante tienen que ver en la deshumanización actual al prometer una vida plena rodeada de todo y creadora de nada, puesto que se le da a parte de la humanidad lo que ocupa y hasta lo que no ocupa para que el consumismo crezca y las ganancias se eleven en las cuentas bancarias de los grandes empresarios a costa de la falta de necesidad de momentos despejados del bullicio, de los excesos, del quiero, del me hace falta… esos momentos despejados para estar consigo mismo y recapitular qué se quiere en realidad de la vida.
Mediante la educación se puede lograr la construcción de aprendices para la vida, para desarrollarse en el entorno que les tocó vivir y para convivir con los demás comprendiéndose y comprendiendo a los demás, aceptándose y aceptando a los otros porque la actualidad está exigiendo esta nueva competencia en un mundo pluralista y global en el que se carece de empatía y tal parece que la supremacía es el individualismo no para ser genuinos sino para satisfacer la propia necesidad sin sentir la de los otros.
Gracias a los avances existe el crecimiento constante de desigualdad de desempleo porque una máquina es capaz de hacer lo que hacían diez, veinte o más hombres antiguamente, porque se abarató la mano de obra y a consecuencia de esto el progreso lejos de ser la salvación de muchos, la esperanza se ha convertido en desilusión. Sin embargo, no por ello se debe truncar el progreso sino reivindicar, es decir, no se puede detener la marcha porque se generarían mayores desastres, se eliminarían vastas fuentes de empleo, lo más correcto es recapitular qué está ocurriendo y cómo se puede remediar los problemas actuales desde la ciencia pero también desde la educación al comenzar a crear individuos con una mentalidad más pluralista, respetuosa de la diversidad, mundial y local, a la vez, sin perder sus raíces Delors (1997, p. 12).
La propuesta del autor es construir una educación para toda la vida, argumenta que es conveniente porque la vida y la sociedad evolucionan constantemente y se requiere estar al día, perfeccionarse para poder desenvolverse ante las diferentes situaciones que la vida le presente a las personas y para eso es necesario la pertinencia de la educación básica como formadora de personas aptas para aprender a aprender mediante la educación formal ante la transmisión de conocimientos que el maestro debe otorgar al alumno, por medio del diálogo y sobre todo fomentando el gusto y el deseo por seguir aprendiendo durante toda la vida.
La enseñanza debe ser universal de tal manera que permita la comprensión de sí mismo, del mundo en general con un aprendizaje dialógico que forme la autocrítica, el entendimiento mutuo y la armonía para que surja el ser interior, espiritual con la expresión de sus talentos que lo lleven a construir, a imaginar sin menospreciar nada, como la capacidad de memorización, las aptitudes físicas, el sentido estético, la facilidad de comunicación, etc. Para esto la Comisión propone la utopía de basar la educación en la adquisición, la actualización y el uso de los conocimientos como privilegio del quehacer diario de la escuela, ello es la verdadera formación de seres competentes capaces de aprender a aprender en cualquier momento de la vida y aptos para aprender a hacer y a ser.
La necesidad imperiosa de contribuir en esta tipo de educación requiere de la participación de maestros capacitados para ello y comprometidos con su labor, planes de trabajo en los diferentes niveles que formulen propuestas eficientes. Los padres de familia como encargados de la primera educación, que es la que en gran medida define a la persona, también deben cooperar para ello con una participación activa y coherente. La Universidad, por su parte, requiere de investigación constante en aras de la construcción de enfoques pertinentes y que las reformas se apliquen a conciencia, no sin permitir ver los resultados se ésta cuando ya se está probando otra nueva. Al implementar este tipo de educación quizá se logre fomentar el cambio de mentalidad en la sociedad al creer que la escolarización sólo es para producir, que si bien sí contribuye en ello no es el único fin, sino que lo que se pretende es formar individuos independientes pero a la vez inmersos en el mundo.

LOS CUATRO PILARES DE LA EDUCACIÓN
Los retos que la vida le impone al hombre versan en la adquisición de cuatro capacidades para poder vivir en el siglo XXI que prometía una mejor vida y que ahora que se enfrenta la realidad se puede vislumbrar que no es lo que los antepasados alguna vez pudieron imaginar, sino que requiere del rendimiento máximo de cada individuo para enfrentar los retos que la sociedad y la vida misma le impone, esas capacidades se les llama los cuatro pilares de la educación y son: el aprender a conocer, a hacer, a vivir juntos y a ser. No es fácil cumplir cabalmente con este reto, puesto que se requiere de mucho y se dispone de poco.
Se requiere del mayor esfuerzo por parte de los aprendices, de los que imparten la enseñanza, de los encargados de formular los enfoques educativos, de los encargados de brindar los recursos materiales para que se lleve a la práctica de forma precisa la enseñanza. Los padres de familia también tienen un papel indispensable en esta tarea al brindar las bases de la educación del niño y hasta los medios de comunicación por formar parte de la vida cotidiana de éste imprimiendo conceptos ideológicos en cada uno a través de sus diversos mensajes a los que se está expuesto diariamente y en gran cantidad de tiempo.
Por ello el reto se hace más delicado al tomar en cuenta que el niño llega a la escuela con personalidad propia que varía en la cantidad de alumnos de una sola aula, algunos pueden estar dispuestos para el estudio, otros no. Los modos de comunicación masiva los abordan constantemente acaparando su tiempo y no dejando espacio para el estudio, la elaboración de tareas, la reflexión de los aprendizajes adquiridos diariamente, volviendo personas apáticas al estudio y a la reflexión. De la misma manera que absorben el tiempo influyen en la forma de ser y pensar motivando al consumismo y la individualización alienándolos hasta crear mentes acríticas. Ante todo ello, los maestros tienen que luchar en el aula por hacer partícipe a cada educando en la transmisión de saberes, en el despertar de sus capacidades y aptitudes para formarlos para la vida.
Lo primero es enseñarlo a aprender a conocer, con esto se aprende a aprender mediante el conocimiento del entorno, de sí mismo y de los demás ejercitando la atención, la memoria y el pensamiento para que sea capaz de aprender por sí solo y como discípulo, en su educación formal e informal y durante toda la vida. A pesar de que hay quienes han satanizado la memorización, cabe resaltar su conveniencia en el aprendizaje pero de forma asociativa y no acumulativa, sin sentido y de forma masiva. Así se estará construyendo individuos que conozcan, analicen y formulen conocimientos con significado para su vida diaria y futura.
En segundo lugar está la enseñanza de las técnicas, no como aprendizajes para desenvolverse en el mundo laboral únicamente, sino para que pueda poner en la práctica todos sus conocimientos, tanto en práctica como en teoría al desenvolverse en las diferentes circunstancias de la vida, como tareas cotidianas, de la escuela, de su casa o para el campo laboral, esto quiere decir que no importa cuán buenas o malas calificaciones se obtengan, la verdadera calificación la que otorga la vida, la verdadera formación en competencias es la que construye individuos aptos para responder a los retos que la vida le impone al aprender a hacer.
El tercer pilar se percibe demasiado complejo, debido a que las personas cada vez se sienten más independientes al pensar que no necesitan de nadie, de la convivencia en especial, ya que el hombre es social por naturaleza, no obstante, se procura una vida propia sin considerar las necesidades de los demás por compartir un mundo y proyectos afines, el trabajo en equipo se vuelve cada vez más conflictivo al querer privilegiar los intereses particulares, por ello los profesores deben permitir la convivencia y el respeto de la forma de ser de cada niño sin imponerse con sus ideas, sino dejar que aflore su forma de ser mediante su curiosidad y espíritu crítico por esto es necesario el diálogo mediante el intercambio de argumentos.
Y por último está el aprender a ser, con este se tenderá a la práctica de los demás conocimientos, participando en la vida activamente con libertad de juicio, de pensamiento, desarrollando la imaginación y la creatividad para ser artesanos de su propio destino. Este pilar más que nada se refiere a la aptitud de cada individuo ante la vida, pues es ahí donde se demuestra la inteligencia, el saber adquirido durante toda su formación, sea formal o informal. No es de admirarse que personas aprobadas escolarmente y promovidas a grados superiores sean incompetentes para enfrentar los retos que la vida le impone, entonces lo que realmente vale es el conocimiento que sirve para la vida.

Referencias consultadas
Delors, Jaques. (1997). La educación encierra un tesoro. UNESCO. México. (9-26) y los cuatro pilares de la educación (91-102).

4 comentarios:

  1. La llamada profesión docente reclama ser diseccionada, como otro conjunto de profesiones de la modernidad, por categorías que se desprendan de la sociología de las profesiones. Esta tarea es urgente por cuanto se puede identificar que los elementos “místicos” y hasta cierto punto “míticos” que acompañaron un conjunto de imágenes sociales sobre la docencia han dado paso a nuevas configuraciones. Entre ellas se encuentra una visión artesanal de la docencia, ya superada, frente a otras imágenes que se desprenden del mundo industrial como la de un obrero en línea de producción, ahora lo que nos resta es conocer fundamentalmente en que consisten los pilares de la educación.

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  2. Hola Jaquie, me parece muy interesante tu publicación estiy deacuerdo con lo que comentas sobre que la educación te va a dar los fundamentos para la vida, si talvez sin ir a la escuela aprendes de lo que te enseña la vida, pero considero que la escuela te da las herramientas para desarrollar tus habilidades, y obtener mejores óportunidades en la vida. jejeje ya no supe lo que dije pero espero se me entienda :) cuidate y nos vemos pronto.

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  3. Sí maestro, estoy de acuerdo con usted en que nos hace falta conocer fundamentalmente en qué consisten los pilares de la educación, pero más que nada, yo creo que lo importante es lograr transmitirlos en el aula y contribuir por lo menos con un granito de arena para la construcción de personas más humanas y preparadas para una vida plena, un vida en armonía entre lo espiritual y lo terrenal.

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  4. Hola Angélica, gracias por tu comentario y sí te comprendo, lo que tratas de decir es que la escuela contribuye en la formación de los estudiantes pero también la vida forma parte importante de la enseñanza.Ppues creo que la vida es uno de los mejores maestros que te educa con un yugo suave y te aprueba o reprueba objetivamente, sin privilegios.

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